El término CFDI se trata de Comprobante Fiscal Digital por Internet o de la facturación electrónica. Hace algún tiempo, cuando el uso de los equipos computacionales no estaba tan extendido como en la actualidad, la facturación se realizaba con recibos de tinta y papel, pero desde el 2004, el Servicio de Administración Tributaria aprobó el uso de facturas electrónicas marcando pauta en la manera en que los contribuyentes declaraban sus impuestos. A partir de aquel momento hemos conocido diferentes versiones y desde inicios de este año 2018 la versión 3.2 quedó obsoleta para evolucionar a la 3.3.
El objetivo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) con este cambio es simplificar más el cumplimiento fiscal a los contribuyentes, mejorar el control tributario y resolver las incidencias del modelo actual de facturación electrónica. Les compartimos una comparativa interesante sobre los cambios que se efectuaron con esta nueva versión, pero antes, es importante que conozcamos el funcionamiento del sistema interno en la facturación electrónica, así como las cuatro características beneficiosas para sus contribuyentes.
Ahora que ya estamos en vigor de la versión 3.3 y el Servicio de Administración Tributaria ha emitido con carácter de obligatorio la emisión de este nuevo formato, les compartiremos los beneficios de utilizarla, así como las modificaciones más destacadas.
Una de las grandes ventajas en la evolución de la nueva versión 3.3 es que nos permite evitar sanciones en un mayor porcentaje, porque tenemos la información estandarizada y confiable de nuestras transacciones comerciales en línea, es decir, la información de nuestros reportes es más completa y correcta, por lo que evitamos en mayor medida cualquier tipo de inconveniente.
Otro de sus grandes beneficios es que nos olvidamos de la Declaración Informativa Múltiple de Sueldos y salarios, por lo que ya no necesitamos presentar esta declaración, e incluso en un futuro próximo también se eliminará la Declaración Informativa de Operaciones con Terceros.
El SAT se encuentra en constante actualización y evolución de su esquema de facturación electrónica, en la búsqueda constante de la consistencia de los datos, la automatización y unificación de los procesos así como un mayor control de la contabilidad fiscal. Desde el 2004 toda la facturación se realiza por vía electrónica; actualmente utilizamos la versión 3.3 de la que ya conocimos sus cambios más recientes. Recordemos que las facturas electrónicas son archivos informáticos escritos en formato XML y para ser válidos deben de ser timbrados a través de la aplicación del SAT o por un proveedor autorizado de certificación (PAC). Los PAC se tratan de aquellas empresas que cuentan con la autorización del SAT para la realización de las facturas.
Todas las modificaciones requeridas son previamente analizadas y aplicadas por Nomitek en nuestra plataforma de CFDI para que todos nuestros clientes puedan trabajar de forma eficiente. Nos distinguimos por los servicios integrales que ofrecemos en el ámbito de soluciones electrónicas, somos una de las pocas empresas certificadas en ISAE 3402 y en SSAE18 en nuestro país por lo que nuestros clientes tienen la tranquilidad de hacer alianza con una empresa que supera los estándares de calidad y seguridad.