El Pacto Mundial México es una iniciativa para la sostenibilidad corporativa, que está sustentado por las Naciones Unidas. Comprende una serie de principios, que son un llamamiento para que las empresas los incorporen y estandarice sus procesos con base en ellos. Los 10 principios universales se relacionan con ámbitos relevantes para los sectores empresariales, como derechos humanos, trabajo, medio ambiente y combate contra la corrupción.
Los principios del Pacto Mundial, son fundamentales para las empresas, y aquellos que corresponden a los derechos humanos son los primeros. Las empresas tienen el deber ético, legal y comercial de respetar los derechos humanos de sus grupos de interés, lo que pueden lograr si se basan en el primer y segundo principio. Si bien ambos son breves, puede decirse mucho sobre ellos, por ejemplo, su impacto y la manera en que deben implementarse.
El primer principio menciona que las empresas deben respetar y apoyar la protección de los derechos humanos fundamentales, que son reconocidos mundialmente en el interior de su ámbito de influencia. Pero ¿qué quiere decir esto? El primer principio enfatiza el concepto de la debida diligencia como una herramienta que pueden usar las compañías para prevenir la violación de los derechos humados, además, aborda las repercusiones adversas sobre los DD.HH. con las que pueden estar involucrados los negocios.
Alienta también a los negocios para que tomen medidas enfocadas en respaldar los DD.HH. y les brinda la oportunidad de actuar voluntariamente para contribuir de forma positiva hacia la protección y cumplimiento de los derechos fundamentales. Algunas acciones son la filantropía, las alianzas, las acciones colectivas, la defensa de políticas públicas, la filantropía, entre otras.
Las acciones de apoyo a los DD.HH. que incentiva el Pacto Mundial México debe enfocarse especialmente en los grupos más vulnerables, como infantes, mujeres, personas con discapacidad, personas pertenecientes a comunidades indígenas, personas de la tercera edad, trabajadores migrantes, entre otros.
Hay algunos elementos cruciales que pertenecen a los enfoques de gestión integral de los DD.HH., y que es importante mencionar:
Considerar las posibles implicaciones por parte de las organizaciones, sus actividades y relaciones en interior del contexto de operaciones.
Ocurrirán acciones contradictorias o inconsistentes si la conciencia de los problemas de DD.HH. y su relevancia no se integra por completo en las funciones y proceso internos relevantes.
Las acciones adecuadas que emprenden los negocios variarán según su contribución en impactos, y si se relaciona directamente con ese impacto mediante sus relaciones comerciales. Las empresas deben prevenir, frenar o amainar los impactos.
La supervisión produce información valiosa para generar incentivos adecuados para el personal, asegurar mejoras continuas y ajustar los enfoques y las prioridades.
Generar informes es crucial para los cambios externos e internos.
Las empresas deben participar en la compensación de impactos negativos sobre los DD.HH. en los que ha contribuido o es el causante directo.
Muchos creen que solo los Estados soberanos o gobiernos deben respetar los DD.HH., sin embargo, también son cruciales para los individuos y las organizaciones que crean, por ejemplo, las empresas. Las últimas deben responsabilizarse de hacer que los DD.HH. sean respetados en los espacios laborales y en su esfera de influencia más amplia. El respaldo y respeto a los DD.HH. también fortalece sus relaciones con sus stakeholders. Hay varios ejemplos de cómo respetan y apoyan estos derechos fundamentales a través de sus actividades:
Las empresas pueden ofrecer condiciones laborales saludables y seguras para su personal, y garantizar la libertad de asociación. Pueden también brindar acceso a la educación, la salud, y la vivienda a sus empleados, implementar programas de acción que incentiven la contratación de víctimas de los abusos domésticos, e impulsar la tolerancia religiosa del personal.
Las empresas adheridas al Pacto Mundial México y que busquen respaldar los DD.HH. de su personal, pueden prevenir el desplazamiento de personas y proteger los medios económicos para la perduración de las comunidades locales. Pueden también los distintos niveles gubernamentales de su estado o país y manifestar su visión sobre aspectos que influyen en sus actividades, personal, clientes y comunidad.
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que ha ayudado a crecer a nuestro país, integra este principio. Señala que las empresas no deben participar en la vulneración de DD. HH. Conlleva el cumplimiento por parte de otros negocios que participen de la cadena de suministro de una empresa en específico. La complicidad se refiere a la implicación en casos de vulneración de los DD. HH. que otra organización o individuo cause. Los actos de complicidad se componen de dos elementos: el acto mismo y el conocimiento de que el acto puede derivar en un abuso.
Hay tres tipos de complicidad según los distintos contextos en los que se producen las acusaciones de complicidad en la vulneración de los derechos fundamentales:
Ocurre cuando una organización brinda productos y servicios que sabe serán usados para vulnerar los DD.HH.
Ocurre cuando una empresa recibe beneficios por abusos contra los DD. HH., incluso si no los causó o participó en ellos.
Sucede cuando las empresas no dicen nada ni actúan ante los abusos temporales o continuos a los DD. HH.
Existen varias acciones que las empresas pueden adoptar para no ser cómplices en la vulneración de los DD. HH. e integrar este principio de ética y responsabilidad social empresarial. Pueden concientizar a los miembros de su organización sobre los problemas relacionados con los derechos fundamentales e implementar políticas efectivas y la debida diligencia, además, expresar las medidas que tomen para evitar la participación en la vulneración.
Pueden detectar funciones que están en riesgo de asociarse con abusos y condenar de forma pública y privada los abusos que ocurran de forma temporal, continua y sistemática, además, consultar de forma continua sobre aspectos de los DD.HH. con los grupos de interiores en interior o exterior de la empresa. Pueden también evaluar los impactos a los derechos fundamentales que sus inversiones causarán en las comunidades.
Hay algunas razones éticas y vinculadas con los negocios que hacen que los DD.HH. sean cruciales para la toma de decisiones de las empresas. Destacan los siguientes:
Hoy en día hay negocios que expandieron sus operaciones a regiones donde no habían llegado los mercados globales. Algunas de esas regiones poseen vulneraciones registradas de los DD. HH. y sus gobiernos tienen limitaciones para abordar el problema.
La aparición de varios organismos defensores de los DD.HH. y que promueven la responsabilidad social empresarial es crucial.
Es importante que las empresas no oculten prácticas cuestionables.
Es importante que las empresas sean conscientes de que pueden volverse cómplices de crímenes internacionales contra los DD. HH., ya sea si fueron partícipes de la perpetración de delitos, o si fueron conocedores del acto.
Si desean implementar estos principios y adherirse a la iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial más importante del mundo, contacten a los especialistas de Nomitek. Nuestro servicio incluye un plan de implementación de los principios del Pacto Mundial y la generación del reporte de progreso (COP). Si desean más información sobre este servicio o sobre nuestro software de nómina, comuníquense al (55) 4122 2600 o visiten nuestras oficinas en Insurgentes Sur #107, Col. Juárez, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México.
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